El concepto Just in Time comenzó como una filosofía de gestión iniciada
por Toyota a mediados del siglo pasado, como una respuesta a los cambios en la
economía japonesa necesarios para su reconstrucción después de la Segunda
Guerra Mundial, que había destruido la industria del país y agotado sus
reservas de recursos.
Su objetivo inicial era la revisión exhaustiva de los sistemas de
producción para mejorar la eficacia y eliminar las pérdidas que se ocasionaban
en los esquemas de producción occidentales.
Su mayor aporte reside en la flexibilización de las organizaciones, las
nuevas concepciones de calidad que se establecieron, la reducción del tiempo de
vida de los productos para agilizar la economía y los cambios en las relaciones
internas de la empresa; que se internacionalizó durante los últimos 30 años
para crear un estándar en la cultura productiva y servir de catalizador de los
procesos de innovación posteriores.
Iniciando con la reducción de costos y pérdidas, plantearon eliminar las
sobreexistencias de productos terminados y de recursos, que estaba presente en
el sistema estadounidense debido a que se podía permitir este error por el
tamaño y magnitud de su industria.
Por otro lado, trabajaron con el estado de la demanda de cada uno de sus
productos, que también generaba pérdidas en cuanto a almacenamiento. Para ello
idearon la economía de ámbito, en la que funciona en relación a cuotas que
cubrir paulatinamente con una limitación en costos.
En la práctica se realizó una reorganización de la cadena de
abastecimiento para tener un sistema más fluido y controlado con la ayuda de
nuevas tecnologías que se acoplaran a los trabajadores sin complicarlos. Con
estos cambios, pudieron desarrollar su filosofía: “Lo ideal sería producir
justo lo necesario y hacerlo justo a tiempo”.
Se pueden identificar dos estrategias básicas en el proceso Just In
Time:
- Eliminar
toda actividad innecesaria o fuente de despilfarro, por lo que intenta
desarrollar el proceso de producción utilizando un mínimo de personal,
materiales, espacio y tiempo.
- Fabricar
lo que se necesite, en el momento en que se necesite y con la máxima calidad
posible. Estas estrategias se fundamentan en el concepto de que una
empresa puede ser considerada como una red de procesos en la que existen
cadenas de clientes-proveedores; es decir, cada cliente interno precisa del
resultado y abastecimiento de los anteriores en su cadena, quienes serán sus
proveedores.
Entonces, el proceso de
producción de una organización funciona bajo las premisas Just In Time cuando
dispone de la habilidad para poner a disposición de los clientes, tanto
internos como externos, la cantidad exacta de artículos en el precio fijado, en
el tiempo solicitado y sin mantener inventarios.
En el mercado actual,
una gran ventaja de este sistema reside en la posibilidad de trabajar bajo
pedido del cliente, con lo que la posibilidad de fabricar algo que luego no
vaya a ser aceptado por el cliente no existe, sino, surge la dificultad de
tener que trabajar bajo la presión que impone el plazo de entrega del cliente,
que en este sistema obtiene una mayor importancia y puede incluso significar el
valor agregado.
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